Introducción general

Más allá del problema agudo, generalmente el cuadro más conocido, la erisipela porcina presenta un problema que incluye a los portadores crónicos y otros factores epidemiológicos que son necesarios de conocer porque en Chile la enfermedad podría tener características particulares.

La erisipela en el cerdo se caracteriza por producir un cuadro ya sea agudo, subagudo o crónico. La presentación aguda se observa con septicemia repentina y si el animal sobrevive, a los dos o tres días se presentan lesiones cutáneas características de forma romboide. El cuadro subagudo es similar pero de presentación más leve y de menor duración.

El cuadro crónico puede ser secuela de la enfermedad aguda, subaguda o de una infección subclínica; se caracteriza por producir artritis, endocarditis y necrosis cutánea. La presentación crónica produce mayor impacto económico por muertes derivadas de las endocarditis, desvalorización de las canales afectadas y disminución de la tasa de crecimiento diario en los cerdos con claudicaciones. Dentro de esta gama de presentaciones, debe considerarse los cerdos que tienen el papel de portadores.

La bacteria se ha aislado en el 69% de artritis y 63% de endocarditis (Alegría y col., 1984; Pedersen, 1984). La artritis es proliferativa no supurativa y afecta especialmente a las articulaciones de carpo, tarso, escápulohumeral y fémorotibiorotuliana; su origen es debido posiblemente a alergenos de la bacteria que como fuente persistente de irritación tisu lar llevan a alteraciones micro y macroscópicas de artritis crónica (Shuman y col., 1965). La endocarditis se caracteriza por la presentación de granulomas proliferativos en las válvulas cardíacas. En cuanto a la necrosis de piel, se observa como desprendimiento de este tejido en diferentes zonas del cuerpo llegando hasta la pérdida de cola y pabellones auriculares.

El diagnóstico clínico es adecuado en los cuadros agudos, pero para las otras manifestaciones, el diagnóstico definitivo de erisipela porcina es bacteriológico, por aislamiento del agente desde tejidos afectados. El diagnóstico indirecto por serología sólo se restringe al campo de la investigación.

El tratamiento inmunoprofiláctico se realiza con vacunas, especialmente del tipo bacterinas a base del serotipo 2. En cuanto al empleo de antimicrobianos, la bacteria es sensible a penicilina y tetraciclina.

Los cerdos con erisipela aguda y crónica eliminan la bacteria a través de fecas, orina, saliva y secreción nasal; los animales portadores lo hacen por las fecas. Así, se produce una reinfección continua del medio que es la causa principal de contaminación ambiental.

El transporte de la bacteria de un plantel a otro puede realizarse por el agua de lavado y de acequias, la incorporación de animales desde planteles afectados y suministro de alimentos y agua de bebida contaminados. La erisipela del cerdo en todas las áreas de explotación porcina adquiere característica de endémica y a su vez afecta a una serie de especies de animales y aves silvestres por lo que prácticamente no tiene posibilidades de ser erradicada; por lo tanto, para su control todo conocimiento epidemiológico que permita orientar medidas para una mejor convivencia con la enfermedad, disminuirá las pérdidas económicas que provoca.

La bacteria Erysipelothrix rhusiopathiae presenta una gran resistencia a las condiciones ambientales adversas, como viabilidad durante meses en tejidos animales (carne congelada, animales muertos y harina de pescado), a procesos de salado y ahumado de carnes, persistencia en fecas porcinas hasta seis meses en condiciones favorables, cierta resistencia a desinfectantes, etc. Estas características, sumado a la amplia variedad de especies que se afectan, hacen difícil la tarea del control.

A las características anteriormente descritas se debe agregar que E. rhusiopathiae presenta una gran variedad de serotipos, actualmente son 29 y se designan con números y en algunos casos con letra: 1a, 1b, 2a, 2b, 3, 4.......26 y N. La mayoría de ellos originalmente fueron aislados desde cerdos y peces. Los serotipos 1 y 2 constituyen las mayores frecuencias con 75 a 80% en porcinos de Japón, Australia, Húngría y Estados Unidos de Norteamérica (Wood y Harrington, 1978; Lamont, 1979; Wood, 1981).

El conocimiento de los serotipos es importante, por cuanto cepas de ellos tienen diferentes características protectivas y de virulencia para el cerdo, como también importancia frente al diagnóstico clínico en cuadros crónicos o agudos o bien frente a características epidemiológicas del problema que incluyen a otras especies de animales, aves y peces.

El conocimiento integral de este problema debe considerar no sólo la problemática de enfermedad aguda en cerdos, sino también las proyecciones que tenga en los cuadros crónicos, como también el estado portador y al mismo tiempo las relaciones que estos diferentes serotipos pudieran tener en su presentación en las diversas especies ajenas al cerdo.

Antecedentes de erisipela en Chile

Desde que Pinochet, en 1964, aisló por primera vez la bacteria. y describió el primer brote de erisipela porcina en un plantel de Santiago, atribuible entonces al consumo de pescado insuficientemente cocido, la situación de la enfermedad adquirió, en 1973, características epidémicas; se atribuyó entonces como factor desencadenante importante, al stress. La posterior serotipificación de la cepa aislada entonces, correspondió al serotipo 1a, que usualmente está asociado a estos cuadros (Sánchez y Pinochet, no publicado).

Posteriores estudios, referidos a la presencia de cerdos portadores sanos de matadero comprendidos de la Quinta a Décima Regiones, revelaron que 31%, 41% y 53% de ellos portaban la bacteria en las tonsilas palatinas (Díaz y col., 1980; Urcelay y col., 1980; Skoknic y, col., 1981).

En cerdos con cuadros crónicos, la artritis a erisipela ha sido estudiada también en matadero, donde se aisló la bacteria en el 69% de dichas lesiones (Alegría y col., 1984).

Los cuadros agudos se presentan en forma esporádica en el país y los serotipos que las producen no han sido estudiados en plenitud.

La presentación de cuadros crónicos de artritis constituyen, junto a los casos de portadores, las formas más corrientes de erisipela, formas a las que el ganadero no evalúa como determinantes en la productividad de un plantel.

El conocer los serotipos que actúan en el país, fue un propósito que se comenzó a realizar en 1986. Se estudió primero los serotipos presentes en cerdos portadores sanos, ubicados en las tonsilas del animal y luego, aquellos aislados desde casos crónicos de artritis y tonsilas de estos mismos animales. Según los estudios realizados, se concluyó que existen en el país una amplia gama de serotipos, destacándose una distribución muy particular y aún encontrando la existencia de un serotipo no descrito anteriormente (Nuevo) de importante frecuencia. Ver Cuadro N° 1 (Sánchez y col., 1989)

Cuadro Nº 1

Serotipificación de 120 cepas de E. Rhusiopahiae aisladas desde porcinos en Chile.

Serotipo Cantidad cepas %
1a 18 8,6
1b 8 3,8
2 36 17,1
3 1 0,5
4 41 19,5
5 5 2,4
6 2 1,0
8 2 1,0
10 17 8,1
11 3 1,4
14 15 7,1
15 2 1,0
17 18 8,6
19 17 8,1
20 1 0,5
21 1 0,5
22 1 0,5
N 2 1,0
Nuevo 20 9,5
Totales 19 210 100

El serotipo 4 se presenta en una singular situación al constituirse en la frecuencia principal, situación que no se describe en otros países, donde su presencia sólo puede considerarse como un hallazgo de muy es casa frecuencia. Este serotipo se encontró sólo en cerdos que sufrían artritis, tanto en sus tonsilas como en las lesiones mismas. El serotipo Nuevo constituyó la tercera mayor frecuencia y al igual que el serotipo 4, sólo se encontró en cerdos que sufrían artritis. Ambos serotipos suman 29%; las frecuencias de los serotipos 1 y 2 suman una cifra muy similar (29,5%); sin embargo en otros países estos últimos serotipos constituyen sobre el 75% de las frecuencias.

Destacan además, las altas frecuencias encontradas para los serotipos 17,19,10 y 14, que son escasamente reportados en otros trabajos.

Toda esta particular distribución de serotipos llevó a estudiar

– las características de susceptibilidad que tienen las cepas frente a algunos antmicrobianos de empleo en cerdos, tanto en la clínica como de promotores de crecimiento. -la protección que una vacuna comercial confiere, en modelo ratón, frente al desafío con los principales serotipos encontrados. –  la patogenicidad del serotipo no descrito en otros países (Nuevo), en ratón, pollos, peces, cordero y cerdos. –  la portación de la bacteria por pescados marinos.

Los resultados fueron los siguientes:

Susceptibilidad antimicrobiana de 164 cepas de E. rhuslopathiae

Antimicrobiano Sensibilidad (%) Antimicrobiano Sencibilidad (%)
Ampicilina 97,0 Eritromicina 75,0
Clindamicina 90,0 Virginiamicina 75,0
Penicilina 89,6 Oleondomicina 65,2
Tiamutín 88,4 Estreptomicina 18,9
Bacitracina 86,0 Gentamicina 17,7
Espiramicina 79,0 Cloramfenicol 11,0
Tetraciclina 77,4%   -

Se encontró resistencia doble en 42 cepas (25%), preferentemente a estreptomicinagentamicina, cloramfenicol-gentamicina y estreptomicina-cloramfenicol. Resistencia triple en 48 cepas (29,2%), preferentemente a estreptomicina-cloramfenicol-gentamicina y a estreptomicina-gentamicina-virginiamicina.  Resistencia cuádruple en 21 cepas (12,8%), preferentemente a estreptomicina cloramfenicol-gentamicina-virginiamicina-y estreptomicina-cloramfenicol- gentamicina-espiramicina.

De acuerdo con diversos autores, la mayor sensibilidad la presentaron Ampicilina y Penicilina, que son los antibióticos de mayor empleo frente a ensipela.

Protección vacunal

La vacuna contra la erisipela porcina empleada, de amplio uso en el país, fue una bacterina importada elaborada a base del serotipo 2 y mostró gran capacidad protectiva frente a tres cepas de cada uno de los cinco serotipos más frecuentes.

Patogenicidad de Erysipelothrix rhuslopathiae serotipo Nuevo

En ratón, 19/20 cepas mostraron patogenicidad, sin embargo la virulencia de estas cepas fue considerada baja. Ninguna de estas cepas fue patogénica para los pollos.

En peces de agua dulce, Cheirodon pisciculus (pocha), las cepas fueron patogénicas y les provocó un cuadro septicémico (Sánchez y col., 1991).

En corderos, la inoculación endovenosa produjo fiebre y en algunos casos, claudicación. Las cepas que provocaron gran lesión orgánica, no lo hicieron a nivel articular; en tanto que las que no provocaron lesiones orgánicas, manifestaron mayor daño artrítico. Las lesiones orgánicas fueron en riñón y corazón.

En cerdos, la inoculación endovenosa produjo lesiones orgánicas y en 2 de 3 cerdos lesiones articulares; en 1 de 3 cerdos cursó signología articular clínica. La inoculación intrarticular produjo alteraciones poliartríticas de grado variable, no presentándose lesiones en otros órganos.

Aislamiento desde pescados marinos

El cultivo de secreciones de base de aletas y de branquias en pescados, de las principales variedades de consumo en fresco, capturados frente a las costas desde la Cuarta a Décima Regiones, permitió el aislamiento de 76 cepas en un total de 101 pescados (75,2%).

Este alto porcentaje de aislamientos no tiene precedentes, ya que países también de amplia costa como Japón y Gran Bretaña no superan el 28%.

Los resultados obtenidos en los diferentes estudios han permitido conocer la importancia que tendrían los principales serotipos de E. rhuslopathiae encontrados, en la patología de la enfermedad en el cerdo como en el estado portador. Por otro lado, los antecedentes logrados nos hacen confirmar características epidemiológicas particulares que permiten deducir un alto grado de relación entre erisipela del cerdo y los peces, ya sea porque el primer brote de enfermedad estuvo relacionado con el consumo de ellos o por el alto porcentaje de aislamiento bacteriano desde pescados capturados frente a una amplia zona de nuestro litoral o porque un pez nativo de amplia distribución en la zona central, donde concentra la mayor población porcina nacional, es capaz de infectarse, multiplicar y así amplificar la diseminación de E. rhuslopathiae.

La ensipela porcina seguirá evolucionando en nuestro medio y sus características epidemiológicas continuarán dependiendo de una serie de factores interrelacionados que son los responsables de darle las características propias que diferencian las situaciones entre países o áreas geográficas, como se ha demostrado a la fecha.

Bibliografía seleccionada

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